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Atención con los cuidados del posparto

Dra. Aleydah Salazar

En el transcurso de las primeras seis semanas después del parto –período conocido como cuarentena– se recomienda a las madres hacer ejercicios, tener una buena alimentación, identificar los episodios anormales y rodearse de personas que aporten seguridad y tranquilidad.

El esfuerzo físico por excelencia es caminar, las mujeres deben hacerlo tan pronto como puedan y dejar cualquier otro ejercicio de mayor exigencia para después del mes.

Con respecto a la alimentación, no existe una dieta estricta, sólo si la paciente es diabética o hipertensa. La madre puede ingerir lo que coma la familia y lo único que evitará es el consumo de alimentos cítricos o chocolate, pues se ha observado que estos productos tienen un impacto en la presencia de alergias en el niño durante la lactancia. Además, tendrá que hidratarse más que el resto para evitar el estreñimiento.

Situaciones anormales

Un sangrado persistente y abundante con un olor desagradable debe alarmar a la madre. Lo normal es que el sangrado de las primeras 24 o 48 horas sea de color rojo intenso y brillante, y con el paso de los días se va aclarando y disminuyendo. La madre también podrá diferenciar entre un sangrado normal y uno anormal porque este último produce mareos.

Las consecuencias de un sangrado posparto anormal no controlado pueden ser la aparición de la anemia, la cual desestabiliza a la mujer y la coloca hipotensa. Luego pueden aparecer taquicardias y, de no tratarse a tiempo, terminará en la realización de una histerectomía –extracción del útero– que, por supuesto, compromete la fertilidad de la madre. En muchos casos será necesario quitar los ovarios.

Aquellas madres cuyos partos fueron por cesárea o vaginal con incisión (episiorrafia), la recomendación para evitar hematomas o infecciones en las heridas, es la misma: lavarse diariamente con soluciones antisépticas.

Si la madre presenta algún tipo de molestia general, se receta el uso de desinflamatorio y se sugiere que continúe el consumo de los polivitamínicos, el hierro y el calcio que ingería en la etapa prenatal, hasta que termine la lactancia materna. De esta forma, evitará complicaciones en embarazos posteriores como osteopenia, osteoporosis y anemia.

Apoyo familiar

Uno de los aspectos fundamentales para el bienestar de la madre es estar rodeada de personas que generen confianza, seguridad y tranquilidad, sobre todo a las primerizas. Estas creen que el niño siempre que llora es porque algo le pasa pero, en realidad, los recién nacidos lloran por todo, pues es su forma de comunicarse.

En esos casos, la mujer debe mantener la calma, debido a que los niveles elevados de ansiedad pueden impedir la bajada de la leche. Nadie mejor que la mamá para manejar, bañar y cambiar a su hijo y, aunque la ayuda para estas actividades es bien recibida, lo ideal es que la madre lo haga frecuentemente para que pierda el temor que suelen suscitar estas acciones.

Estas preocupaciones tienen una incidencia mayor dependiendo de la edad de la madre, el apoyo de la familia y el de su pareja, por tal motivo, todos deben contribuir a crear un ambiente de armonía y seguridad.

Reinicio de la vida sexual

Una pregunta que a veces no realizan las mujeres por pena es: ¿cuándo pueden iniciar nuevamente la vida sexual? La recomendación principal es que sea después de hayan cicatrizado las heridas en caso de cesárea o episiorrafia, si fue parto vaginal. Otra sugerencia es esperar que haya transcurrido el primer mes y medio, pues en ese tiempo desaparecerá el sangrado del puerperio (loquios).

Es importante tener presente que en las primeras relaciones, debido a la situación hormonal de la mujer por la lactancia, hay una disminución del estrógeno –hipoestrogenismo- y esta es una de las hormonas que favorece el feliz término del acto sexual. Esta reducción puede generar sequedad vaginal y descenso de la libido –deseo sexual–, por lo que puede que el primer contacto sea doloroso.

Para combatir estos inconvenientes se sugiere el uso de lubricantes a base de agua, no de aceites, para así recuperar la actividad sexual que la pareja tenía. Además, se aconseja a la paciente para que utilice un método inicial de anticoncepción, pues los períodos cortos entre un embarazo y otro traen consecuencias para la mujer, especialmente en relación a la anemia.

Los anticonceptivos que se recomiendan en este momentos son a base de progestágenos –hormonas con progesterona–, porque no tiene interacciones con la cantidad ni con la calidad de la leche, por lo tanto, no va a afectar al recién nacido.


La información ofrecida en esta sección no sustituye a la consulta con un especialista, ya que de acuerdo con las características particulares de cada individuo, se le podría indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.

  • Dra. Aleydah Salazar Por: Dra. Aleydah Salazar
    Gineco-obstetra del Hospital Universitario de Caracas, espec?ficamente en la consulta de alto riesgo
  • Publicado: 2012-11-05
  • Fuente: Dra. Aleydah Salazar

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