¿Por qué la consulta antes del embarazo?Dra. Luisa E. ObregónEl embarazo es considerado como una etapa normal en la vida de la mujer, pero la gran variedad y complejidad de los cambios anatómicos, fisiológicos, psicológicos y sociales que ocurren durante la gestación, hacen que a veces sea difícil la separación entre salud y enfermedad. La preparación para la maternidad y paternidad responsable debe comenzar en la niñez, con una adecuada educación sexual, acompañada de buena alimentación, vacunaciones, hábitos de salud adecuados, evitando cigarrillo, licor y drogas. El embarazo, por las responsabilidades que implica, debería ser deseado e idealmente planificado por la pareja, cosa que no ocurre en más del 50% de los casos, sobre todo en nuestro país donde una de cada tres gestaciones ocurre en menores de 19 años. En muchas ocasiones, ese embarazo no es deseado por lo que se recurre a la práctica de abortos lo cual trae como consecuencia un elevado riesgo de hemorragias e infecciones que ponen en peligro la vida o la capacidad reproductiva. Las adolescentes y adultas jóvenes son en su mayoría sanas y con pocos factores de riesgo para el desarrollo del embarazo. Algunos de estos factores son: anemia por alimentación inadecuada y menstruaciones muy abundantes; infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea y la clamidia, el Virus Papiloma Humano (VPH) causante de verrugas genitales y de cáncer de cuello uterino, primera causa de muerte en mujeres por cáncer en Venezuela; los hábitos nocivos de cigarrillo, licor, drogas. A esto se suma la falta de apoyo de la pareja y familiares que pueden generar problemas socioeconómicos que deberían ser evaluados y tratados antes de embarazarse. Cuando las mujeres tienen 35 años o más, el riesgo para complicaciones es mayor, fundamentalmente en aquellas que presentan exceso de peso, obesidad, hipertensión arterial, diabetes, alteraciones tiroideas, problemas cardíacos, o que tuvieron pérdidas fetales o recién nacidos portadores de malformaciones congénitas. En estos casos, deben acudir a la consulta pre-concepcional (antes de embarazarse) para el diagnóstico y tratamiento de todas estas y otras afecciones a nivel de pareja para así disminuir los riesgos de mortalidad materno-fetal. Las patologías quirúrgicas como litiasis vesicular o renal, miomas, malformaciones uterinas, deben ser corregidas antes del embarazo. De rutina se debe hacer citología y mamografía para despistaje de cáncer de cuello uterino y de mama. Se ha comprobado que toda mujer que toma ácido fólico seis semanas antes del embarazo hasta la semana dieciséis, previene hasta en un 70% las malformaciones del sistema nervioso central fetal, tipo anencefalia, espina bífida e hidrocefalia. Además toda mujer que esté tomando medicamentos ante el deseo o sospecha de embarazo, debe consultar para el cambio de medicamentos menos nocivos en el embarazo y así evitar malformaciones. Es recomendable realizar de rutina la consulta pre-concepcional. La información ofrecida en esta sección no sustituye a la consulta con un especialista, ya que de acuerdo con las características particulares de cada individuo, se le podría indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.
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