El zika es una enfermedad reciente por lo que no se conoce con exactitud las implicaciones que tiene en las mujeres embarazadas. Sin embargo, lo poco que está descrito se refiere a patologías a nivel cerebral en el feto, con las consecuencias que esto trae para un niño que nazca con microcefalia: alteraciones en el sistema cognoscitivo, en el desarrollo psicomotor, dilatación de los ventrículo, calcificaciones a nivel del tejido cerebral y alteraciones en la parte de la macula que corresponde a la parte visual.

En este sentido, la paciente con diagnostico comprobado debe ser considerada como una paciente de alto riesgo obstétrico, por las complicaciones que se le puede presentar a ella o al feto, ya que se ha comprobado transmisión materno fetal.

Las embarazadas infectadas de zika corren con los mismo riesgos neurológicos que pueden afectar a las personas en general: el síndrome de Guillain-Barré, repercusiones hematológicas, que puedan causar hemorragia o las que corresponden en caso de que exista coexista con otro virus asociado al zika. Lo que sí está claro es que el embarazo no va a cambiar el curso de la enfermedad, no se complicara ni más ni menos.

Por ello, las mujeres en estado infectadas de zika requieren de un control con especialista y un seguimiento durante todo el embarazo, mediante ecosonogramas para ver los cambios que pueden ocurrir en el sistema nervioso o en el polo cefálico del feto en el transcurso de su desarrollo. Generalmente, se diagnostica al bebe después de la mitad del embarazo, a las 24 o 26 semanas, que es cuando empiezan los cambios a nivel cefálico.

Tratamiento

No existe tratamiento para el virus. Se debe tratar de manera sintomática, es decir, se receta medicamentos específicos para los síntomas de la paciente. Para la fiebre y los dolores el acetaminofén, el uso de antihistamínicos para la picazón, reposo e ingesta abundante de líquido para reponer las pérdidas de agua, generadas por vómitos y fiebres que se pueden presentar en la paciente.

Prevención y atención

La mujer en estado debe tener especial cuidado en el primer trimestre del embarazo, ya que es el periodo más vulnerable porque es el momento del desarrollo completo del feto, desde el punto de vista morfológico y en la estructura de los órganos. Queda por establecerse si en pacientes que hayan adquiridos el virus del zika después del primer trimestre presenten alguna patología. El virus zika es de fácil transmisión. Por ello, se recomienda evitar los sitios donde el virus esté presente en más cantidad de personas, usar repelente para evitar ser picado por el sancudo, utilizar ropa que cubra más la superficie corporal y colocar mosquiteros en las casas.