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Mitos y realidades en la lactancia materna

Dra. Evelyn Niño

Alrededor de la lactancia existen muchos mitos que nada tienen que ver con la realidad. Estos mitos son creencias muy arraigadas transmitidas de generación en generación que muchas veces confunden y desalientan a las mamás que quieren amamantar.

Los mitos generalmente son detractores de la lactancia que obstaculizan su desempeño y ocultan sus beneficios.

Los más comunes son:

  • 1. La madre debe tomar mucha leche para producir leche. ¡Falso!

    La madre debe tener una alimentación variada con un consumo adecuado de leche y derivados lácteos. El consumo excesivo de leche por parte de la madre no se relaciona con mayor producción láctea; al contrario, está relacionada con la alergia a la proteína de la leche de vaca en el bebé.

  • 2. La madre debe seguir una dieta especial para aumentar la producción de leche, con restricción de algunos alimentos para evitar gases y cólicos en el bebé. ¡Falso!

    Es muy frecuente la prohibición de alimentos como: ajo, cebolla, coliflor, brócoli, etc., porque “pueden causar gases a los bebés”. Ningún alimento consumido por la madre provoca gases en la leche o en el bebé. Del mismo modo, ningún alimento aumenta la producción de leche, el supuesto efecto “lactogogo” está relacionado con la sensación de confianza que genera en las madres, basada en creencias culturales. La madre lactante puede comer todo lo que consumía durante el embarazo, aunque debe limitar la ingesta de refrescos, té, café y chocolates, ya que pueden provocar irritabilidad en el bebé.

  • 3. Las madres con pechos pequeños, pezones planos, invertidos o con cirugías de mamas no podrán amamantar o producirán menos leche. ¡Falso!

    No importa la forma del pezón ni el tamaño del pecho. Todas las madres han sido dotadas por la naturaleza con dos glándulas mamarias y un conjunto de hormonas que se activan por la succión del bebé, independientemente de las características del pecho. Del mismo modo, la madre que ha sido operada puede amamantar sin problemas, ya que la cirugía no afecta el funcionamiento de la glándula mamaria. Todos los pechos son buenos para amamantar.

  • 4. Se debe suspender la lactancia si la madre consume medicamentos. ¡Falso!

    La mayor parte de los medicamentos indicados a las madres llegan a la leche materna en pequeñas cantidades, absolutamente inofensivas para el bebé. Solo hay contraindicación absoluta cuando la madre recibe drogas antineoplásicas o isótopos radioactivos.

  • 5. La baja producción de leche puede ser un problema familiar que se hereda de madres a hijas. ¡Falso!

    La baja producción no se hereda. Hasta el momento no se ha evidenciado ninguna causa de hipogalactia hereditaria. La producción láctea se relaciona con la colocación frecuente al pecho, el buen agarre y la succión efectiva, que permita el adecuado vaciado del pecho.

  • 6. El bebé llora porque tiene hambre, porque la leche materna no es suficiente. ¡Falso!

    Frecuentemente el llanto se asocia con hambre, lo que erróneamente conduce a la madre a complementar la lactancia con fórmula, al creer que su leche no es suficiente. El llanto es la forma en que el bebé se comunica; cuando tiene hambre, está incomodo, asustado, insatisfecho, siente dolor o requiere contacto o consuelo. Si el bebé llora por hambre, está pidiendo nuevamente el pecho, y no que se le dé tetero.

  • 7. Si la madre queda embarazada debe suspender la lactancia. ¡Falso!

    La madre puede continuar amamantando si así lo desea, sin riesgo para su embarazo (no compromete la salud del embrión, ni induce al aborto ni al parto prematuro). El nuevo embarazo modifica el volumen y el sabor de la leche, por lo que el lactante pudiera rechazarla. La madre puede incluso amamantar a ambos bebés después del parto, aun cuando sean de diferente edad (lactancia en tándem).

  • 8. Se debe amamantar al bebé en un horario regular, cada dos o tres horas, colocándolo de 10 a 15 minutos en cada pecho por mamada. ¡Falso!

    Debe amamantarse al bebé a libre demanda y sin restricciones de tiempo ni horario, permitiéndole al bebé que vacíe el pecho y obtenga todas las fracciones de la leche, y que lo suelte cuando esté satisfecho.

  • 9. Amamantar duele. ¡Falso!

    Amamantar no provoca dolor. Si esto ocurre es debido a un mal agarre del pecho. Los primeros días suelen presentarse molestias ligeras al inicio de las tomas por la sensibilidad del pezón. Si se presenta dolor debe consultarse a un especialista en lactancia.

  • 10. No existe la confusión de pezón. ¡Falso!

    Cuando al bebé se le suministra pecho y fórmula como complemento (lactancia parcial o mixta), aparece la confusión tetina-pezón. La alimentación al pecho y la alimentación por tetero requieren diferentes técnicas orales y motrices. Como succionar el tetero es más fácil, el bebé va a agarrar el pecho en forma inadecuada y su succión será ineficiente, lo que hace que se sienta insatisfecho y que a largo plazo rechace el pecho.


La información ofrecida en esta sección no sustituye a la consulta con un especialista, ya que de acuerdo con las características particulares de cada individuo, se le podría indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.

  • Dra. Evelyn Niño Por: Dra. Evelyn Niño
    Médico Pediatra-Gastroenterólogo. Especialista en Lactancia. Servicio "Mi Gota de Leche Centro de Lactancia". Hospital "JM de los Ríos"- Caracas.
  • Publicado: 2015-03-02
  • Fuente: Dra. Evelyn Niño

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