Leche materna, un escudo para tu hijoDra. Jacqueline PanviniLa leche materna contiene los nutrientes adecuados como las proteínas, grasas, azúcares, vitaminas y minerales para la alimentación del niño. Es un producto natural, de fácil digestión, que no tiene costos, está siempre disponible y va directo al consumidor; al contrario de las fórmulas infantiles. Así mismo, tiene los componentes inmunológicos para que la madre le transmita las defensas a su recién nacido, contra las enfermedades que ella ha padecido. La leche materna es un líquido que va cambiando de acuerdo a los requerimientos del niño, en la medida que éste crece y se desarrolla. La lactancia refuerza el lazo entre la madre y el hijo y promueve un contacto afectivo insustituible. Las madres pueden comenzar a amamantar en la sala de parto. Si es posible, en la primera media hora del recién nacido o incluso antes de haber expulsado la placenta y si no existe ninguna complicación o contraindicación médica; según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La leche se produce una vez que el niño succiona, por el estímulo a los receptores sensoriales de la areola y la acción de las hormonas (prolactina y oxitocina). El niño debe recibir leche materna exclusivamente durante los primeros seis meses y a partir de esta fecha, se introducen alimentos sólidos que complementan la lactancia materna hasta los dos años de vida. La información ofrecida en esta sección no sustituye a la consulta con un especialista, ya que de acuerdo con las características particulares de cada individuo, se le podría indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.
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