La alimentación complementaria se refiere a la introducción de los alimentos que acompañan a la lactancia materna, después de que el niño cumpla los 6 meses de edad y cuya finalidad es completar los requerimientos nutricionales.

La alimentación debe ser:

• Óptima: que se inicie en el momento en que las necesidades de energía y nutrientes sobrepasan a las aportadas por la lactancia materna.
• Adecuada: que los aportes sean según la edad del niño y adaptados a su realidad cultural, social y económica.
• Segura e inocua: preparada, almacenada y servida con higiene.
• Perceptiva: servida con afecto y de acuerdo a las señales de apetito o saciedad.

Indicaciones:

• Los alimentos complementarios se introducen a partir del sexto mes, uno por vez, con cambios cada tres días para ver su tolerancia.
• Se debe mantener la lactancia materna.
• Se recomienda utilizar cucharilla, vaso, taza y plato.
• Comenzar con: apio, auyama, ocumo, papa, zanahoria y carne de res o pollo, primero en sopa y luego en purés de acuerdo al progreso en edad del niño. Frutas no cítricas tropicales como cambur, mango, lechosa en forma de purés. Cereales de maíz y arroz en forma de papillas.
• A partir del octavo mes las leguminosas como caraotas, huevo (yema) y pescado.
• A partir del año las frutas cítricas.
• Se debe evitar añadir sal o azúcar a los alimentos.
• A partir del año de edad el niño debe estar incorporado a la mesa familiar y aprender a utilizar los cubiertos.

Tips:

• Evitar el uso de la comida como premio o castigo.
• Promover hábitos familiares saludables de consumo de alimentos.
• Comer alimentos ricos en fibra.
• Fomentar la toma de agua con las comidas.
• Servir dietas variadas.
• Desayunar bien antes de salir de la casa.
• Vigilar el consumo de comida chatarra.
• Comer en un ambiente agradable.
• Sustituir por frutas las chucherías.